sábado, 23 de enero de 2010

En las alturas


Perdóname los errores que aún no he cometido.
Desde las alturas todo se ve pequeño.
Y tú estás alta. Altísima.
Entre los arroyos de nieve, la pampa nubosa y los aeroplanos.
Tienes en tu mano el interruptor de las auroras y crepúsculos,
de las estrellas más perezosas y los cielos malvas,
de las limusinas de mis pestañas y de estos versos.
Niña de bello rostro…
No derrames más lágrimas en mi copa de vino.
Caen desde lo alto, desde arriba, desde arriba.
Y tú estás más allá de todo esto…
Tal vez necesites mi mano si te decides a bajar esta escalera.
Si no, me quedaré en los bancos de este parque.
Desde aquí, el cielo se contempla mejor.
La felicidad es cuestión de soltar las alas.
Te llevaré. Me llevarás.
Más allá de todo esto…
Hacia lo alto, hacia arriba, hacia arriba.

2 comentarios:

  1. sabías que me iba a gustar (:
    Hacía tiempo que no leía nada tuyo. A partir de ahora, me pasaré más.

    M

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