sábado, 10 de abril de 2010

Quédate...


Quédate…

Y perdóname otra vez ese plato roto.
Esa palabra que se quedó colgando en el aire,
Y esa otra que no debí decirte nunca…
Sé que la peor excusa para retenerte es disculparme,
Pero quédate.


Quédate…

Porque todavía me tuerzo en mis dibujos.
Porque estas golondrinas han venido para quedarse,
Porque necesito que me hables mientras duermo…
Sé que la peor excusa para retenerte es el chantaje,
Pero quédate.


Quédate…

Deja que yo termine de llenar esa maleta.
Con sonrisas y un abrigo de felicidad que no acabase,
Con todos mis defectos corregidos, y una rosa…
Y la promesa que te hago ahora, al mirarte.
Sé que la mejor excusa para retenerte es no soltarte.



Quédate…
Para que nuestras estrellas no pierdan su camino.

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