viernes, 5 de junio de 2009

La pregunta




Porque te ausentas, porque no me dejas en paz, porque me evitas, porque te niegas a soltarme, porque me haces rabiar, porque me consuelas, porque siempre estás lejos, porque siempre te noto cerca, porque no me gritas, porque me susurras, porque siempre estás comunicando, porque siempre estás hablando conmigo, porque es primavera, porque será verano, porque dejo de escribirte, porque me sigues contestando, porque no me quedan días, porque tú eres mi calendario, porque eres imperfecta, porque nadie te ha cambiado, porque… un momento, ¿cuál era la pregunta?

8 comentarios:

  1. Gran texto. Perdóname la pedantería, pero lo único que se me ocurre comentarte es que me recuerda un poco a un soneto de Petrarca (por las antítesis, supongo). Te lo pego aquí:


    Paz no encuentro, y no tengo armas de guerra;
    temo y espero; ardiendo, estoy helado;
    vuelo hasta el cielo, pero yazgo en tierra;
    no estrecho nada, al mundo así abrazado.

    Quien me aprisiona no me abre ni cierra,
    por suyo no me da, ni me ha soltado;
    y no me mata Amor ni me deshierra,
    ni quiere verme vivo ni acabado.

    Sin lengua ni ojos veo y voy gritando;
    auxilio pido, y en morir me empeño;
    me odio a mí mismo, y alguien me enamora.

    Me nutro de dolor, río llorando;
    muerte y vida de igual modo desdeño:
    en este estado me tenéis, señora.


    Enhorabuena por tu magnífico blog. Te sigo atenta.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Anais. Nada de pedantería, es un gran poema. Voy a pasarme un ratillo por el tuyo :)

    ResponderEliminar
  3. Isa, me gusta mucho mucho mucho :)

    ResponderEliminar
  4. Oye, que gran blog el tuyo también. Como no sé escribir, no me extiendo mucho ^^. Un saludo

    ResponderEliminar
  5. ¿Y la pregunta? Ya la sabemos.

    En el fondo, es la pregunta que queremos y tememos.

    Una rosa negra,
    Selena

    ResponderEliminar
  6. Pablo... gracias! ^^ ya echaba de menos que te pasases por aquí.

    Selena.... tal y como tú dices, la respuesta ya la sabemos. A veces es tan absurdo preguntar algo que ya se sabe, como buscar la pregunta de algo de lo que solo interesa la respuesta.

    ResponderEliminar
  7. ...Sin decir palabra, se acercó a mí por detrás, me rodeó la cintura con los brazos y apoyó la cabeza en mi espalda.
    -¿Quién es?- dije.
    -La mujer araña- Ha venido a atraparte.
    Le cogí de las manos, tratando de no temblar cuando noté la suavidad de su piel.
    -Creo que ya me has atrapado- dije.
    -Te gusto un poquito, ¿verdad?
    -Más que un poquito. Y tú lo sabes. Mucho más que un poquito.
    -No sé nada. He esperado demasiado tiempo para saber nada.
    ...


    Solo a veces es absurdo preguntar...

    Precioso blog, no dejes de escribir ;)

    ResponderEliminar
  8. Tisbe... sin comentarios... :)

    ResponderEliminar